miércoles, julio 18, 2007

Nota de Regreso
Por: Nicolás González Gutiérrez

En ocasiones faltan los ánimos, escasean las palabras, pero siempre al final la tinta fluye como caudal de perpetuas expresiones. No es la intención de un hombre o de una mujer acallar su voz o su pluma, sucede sencillamente que a veces no hay quien pueda o quiera escuchar y leer lo que quieren decir.

Lo único que puede generar silencio, es el silencio mismo.

Pero la voz del alma allí permanece, aguardando en el capullo del corazón por aquellas alas que habrán de salir una mañana y volar sobre la brisa…Y todas las voces serán oídas y leídas…

17 de julio de 2007

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